Pensamientos en voz alta · tecnología

¿Nos whatsappeamos?

El mundo WhatsApp bien requiere un post, un estudio y un libro de instrucciones.

Desde que llegó a nuestras vidas se ha reproducido y, a día de hoy, es  la aplicación más importante del mundo en mensajería instantánea. Pero, ¿sabemos utilizarla?

Humor Gráfico http://www.huffingtonpost.com/fito-vazquez/
http://www.huffingtonpost.com/fito-vazquez/

Para empezar light, bien podríamos empezar por una definición clara y sin malinterpretaciones de los emoticonos de WhatsApp; concreto porque los del Messenger de Facebook, por ejemplo, son distintos y en ésto, como aventuré al principio, cada aplicación es un mundo.

Vaya juego que dan los emoticonos. Estoy casi segura que si preguntas a 10 personas por su apreciación de guiño-lengua-fuera te podrán dar diferentes versiones (según el artículo que adjunté, su definición es un gesto cómplice o para indicar que estás bromeando). ¿Y es que sólo hay una interpretación correcta? Para algunos, posiblemente no; pero la mayoría… tiene un gran número de interpretaciones según contexto, emisor o receptor del mensaje, entre otros motivos. Los emoticonos viene a cubrir la necesidad de explicar y añadir entonación más allá de las palabras: intentan poner expresión e intensidad a lo ya escrito. Y al igual que los gestos, son interpretables. Si la entonación es importante en una expresión y nunca se ha de infravalorar el poder de una coma o un punto, imagina el valor añadido que aportan los emoticonos.

El sticker más fácil de explicar seguramente sea el dedo pulgar hacia arriba que sustituye un OK. Difícil malinterpretación hay en este caso. Pero su uso y aportación será necesario para muchos e infravalorado por otros; ya se sabe que para gustos, colores. No hay un protocolo de actuación normalmente, todo tiene una segunda lectura.

El resto de iconos aportan más allá de las palabras. Pero seguro que más de una vez no has sabido interpretarlos. Tranquilo, a mi también me pasa. Una vez escuche un monólogo de Alex Clavero increíble, no puede explicarse mejor ya que con humor todo es más entendible.

chiste whatsappPero los emoticonos no son ni mucho menos el único punto de inflexión de WhatsApp, la creación de conversación y de grupos ya es el acabose en ocasiones. Dos no discuten si uno no quiere, dicen, así que imagínate cómo aumenta exponencialmente a medida que entran más sujetos al diálogo….

Si añadimos que la mayoría de los grupos que uno tiene no son de una elevada confianza, ¡zácate! Son un arma de destrucción masiva, no necesariamente violentos, pero sí muy confusos en las informaciones.

Que si no se para en este grupo porque no callan, que si me molesta leer tanto, que si la mayoría de gente no participa, que mejor estar callado… Casi que ahora me entiendes cuando contaba en el post Generación X: de la informática a la era de la tecnología, por qué deberíamos de hacer por mejorar el uso que le damos a las herramientas que disponemos. La ventaja que tiene la interacción personal en directo es poder definir el ambiente, ver las caras, percibir el estado de ánimo y hablar en función de las situaciones y de las conversaciones. WhatsApp se aleja en muchas ocasiones de esa dinámica: pasa de ser una mensajería instantánea de recados, a largas divagaciones o conversaciones en estado puro. Pero la finalidad del WhatsApp, ¿cuál es? Mensaje corto y conciso o entablar un dialogo sobre un tema ¿Quién puede evaluarlo?

Las herramientas puede que en meses ya estén obsoletas y otras ocupen su lugar. Porque las herramientas están para cubrir una necesidad, ¡por eso son útiles! Y por eso se vuelven imprescindibles. La nevera fue una evolución de la conserva de productos por salazón o de la frequera. Entendemos entonces que las herramientas que nos ayudan a mejorar nuestra comunicación sean eso, una ayuda, no un entorpecimiento.

Y aquí va mi crítica: aunque por supuesto soy de las que a veces no entiendo dos líneas de iconos, los escribo. Y como no sé si contestar o no contestar, decir o callar en alguna conversación se convierte en una tesitud importante, intento, como máxima, no hacer en  comunicación móvil lo que no haría in situ y, por tanto, no todas las conversaciones son igual de interesantes, ni para quien las que escucha, ni para el que las promueve.

Así que sigamos la misma máxima en el mundo 2.0 que hacemos en el 1.0: no olvidemos que estamos hablado de y con personas. Ante todo es una cuestion de respeto y, siempre, sin acritud.

10 comentarios sobre “¿Nos whatsappeamos?

    1. Tranquilo ni mucho menos me refiero a ti ;). Es algo que me rondaba ya la cabeza hace tiempo, cuando veo la ironía de tantas vías de comunicación y sin embargo, nos vuelven unos incomunicados y unos intransigentes. La comunicación es como poco bidireccional, hay que respetarse siempre.

      Me gusta

  1. Hoy ví una publicidad de un móvil que decía: Vuelve a escribir. Y te adjunta el dispositivo de un bolígrafo para que escribas con tu letra en la pantalla. Se supone que se pueden añadir dibujos o lo que te apetezca. Al menos, sería una comunicación más personal. Eso sí, no creo que sea vía whatsApp, serán mensajes. Mañana me fijaré mejor en la valla publicitaria. Aunque con la letra que tienen algunos… ¿Te imaginas un grupo de whatsApp de médicos?

    Me gusta

  2. Lo que se nos olvida, al hacerlo de cara a un aparato electrónico, esque los grupos de whatsApp son como la vida misma, y habría que seguir las mismas reglas de respeto y cortesía que seguirías en una conversación cara a cara… Pero si algunos no se arreglan en persona… ¿qué van a hacerlo mejor porque esté el autocorrector funcionando??

    Le gusta a 1 persona

  3. Muchos emoticonos no tienen una única interpretación, depende de quien los lea o después de que frase los coloques la cosa puede cambiar mucho je,je A mí lo que me da mucha rabia es la gente que no se despide en las conversaciones o directamente no contestan … Las reglas de educación y comunicación también son para el whatsaap.

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario