Lo dice Facebook, Apple, el médico y las selecciones de personal: estoy caduca.
Y lo dicen ellos, porque yo creo que están totalmente equivocados. Tengo 36 añazos, recién cumplidos, uno detrás de otro como dice mi madre. Y nunca tuve más claro lo que soy capaz de hacer.
Antes probaba, experimentaba. Pero de un tiempo a esta parte las ideas son claras, los objetivos concretos y las capacitaciones a tope. Me encuentro en la mejor versión de mi misma.
Sobrada, me dirás que soy una sobrada. Sí pero no, muy de gallegos.
Saber lo que me gusta, lo que no me gusta, saber cómo conseguirlo, el esfuerzo que conlleva no es ser una sobrada: es ser un adulto. Ya lo escribí una vez, parece que ser un adulto, un viejo, un caduco está mal visto. Perseguimos todos cual alma que lleva el diablo el cáliz de la eterna juventud. Y ser joven mola, ¡claro que mola! Si me preguntas que echo de menos en mis años mozos, era un poco de loca y desenfadada existencia, siempre se tienen responsabilidades pero estas suelen ir a más, no a menos normalmente.
Ahora los horarios, la rutina y la organización viven instaurados en mi casa. Aburrido, ¡no! Te convido a pasar una jornada conmigo y te aseguro no te vas aburrir en absoluto. Es más, prepárate para emociones fuertes que mis jornadas vienen completas todos los días.
Por eso insisto, ¡no estoy caduca!
A pesar de que en Facebook y Apple se empeñen en congelar los óvulos para que no desperdicie mis mejores años de creatividad y productividad, ja. No he sido más creativa en toda mi vida que desde que tengo niños; la creatividad no es un tema sólo de la edad, está en tener horas suficientes para descansar y tener la mente despejada y para ser suficientemete productivo -señores también, no es sólo de féminas-, créanme, los adultos son como los niños: si no descansan, no rinden.
Aunque cuando hablen de gente joven y diestra con un perfil tecnológico te excluyan porque -pobre de ella- tiene dos criaturas que cuidar, igual no abarca, no es nativa digital… No soy una recien titulada, lo sé, pero dispongo de esas habilidades que no se aprenden en ninguna escuela y eso se tiene o no se tiene, no hay otra.
Y al único al que no voy a discutir es al médico, que me recuerda que los años son los que son -y yo libro-, pero la maternidad sí tiene fecha de caducidad. Nos guste o no es una realidad a tener muy en cuenta. Y eso sí que puede que nos pase factura cuando el remedio pueda estar ya caduco, valga la redundancia.
Por lo que tras todo esta palabrería y reflexión -hoy me guardo la ironía pues el tema tiene poco de risa- como conclusión extraigo que es el sistema el que esta caduco y no yo. Pues si no funciona igual en todas partes y ciertos paises están más avanzados que otros, por algo será y sí tienen menos horas de sol al día, pero eso no quiere decir que se pasen el día durmiendo.
Y te lo cuento aunque no me preguntes, que ya me habría gustado tener a los veinte el desparpajo, iniciativa y capacidad de no importarme lo que digan ante mis pruebas-error que tengo ahora. Pero claro, los años son lo que son y hace falta cumplirlos; ya llegarás a los míos y me dirás.
Yo he llegado hace unos meses. Y tienes razón en tus palabras. La verdad es que te sientes súper joven pero a la vez experimentada, segura, capaz de muchísimas cosas. A mí me encanta la treintena, pienso que es una buena época, en que eres un adulto joven. Pero está claro que los años no pasan en balde y que envejecemos….
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Pero envejecemos con dignidad, que me llamen caduca uff, me ofende. Y no es que te lo llamen es que te lo hacen notar, pero supongo que con veinte años hubiera pensado, ¡y que más da!
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Salud!
Yo siento en que voy llegando a eso feliz de que no me molesta. Todos crecemos 🙂
Por muchos años mas!
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¡Eso siempre!, uno detrás de otro 😁
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Claro que no estas caduca! Si te sientes bien por dentro y por fuera eso es lo que cuenta! 😉
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¡Eso es! Da gusto oirlo, pero a veces escuchas cada cosa… que en fin… 😉
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¡Pues estamos igual, mai frend! Yo ya tengo los 37 casi a la vista… pero me encuentro donde quiero estar. (Aunque una lumbalgia tonta el finde pasado me vaya avisando que, en cierta forma, los años también pasan su «dolorosa»…)
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Y que dolorosa, son ese termometro que te dice ¡fiebre! y no es precisamente del sabado 😉
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Óle y óle!! Claro que sí!!!
Cómo me ha prestado tu post, me ha hecho quedarme con una sonrisa permanente.
Gracias!!
Besos!!
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Y eso que si me dicen «señora» lo que hago es sonreir y pensar «ya llegarás a los míos, ya llegarás»
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yo me siento cada vez más joven!!!! la edad esta en el espiritu!!!!
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Eso dice mi abuela y lo conmparto, vaya vigor se gasta con ochenta y pico 🙂
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